FUNDACIÓN AGAPITO GONZÁLEZ PARA EL FOMENTO DE LA CALIDAD, OTORGA EL PREMIO AGAPITO GONZÁLEZ PARA EL FOMENTO DE LA CALIDAD 2011, A UNA DISTINGUIDA PERSONALIDAD DE LA CALIDAD EN MÉXICO.

El Comité de Nominación de la Fundación Agapito González para el Fomento a la Calidad, seleccionó al Dr. Humberto Cantú Delgado, Director de la Escuela de Negocios, Ciencias Sociales y Humanidades del ITESM, Campus Monterrey, para recibir el Premio Agapito González para el Fomento a la Calidad-2011 en reconocimiento por su labor en:
  • Su inclinación por la calidad total cuando dirigió Centro de Calidad del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, Campus Monterrey del 1998 al 2004.

  • Por continuar promoviendo intensamente el tema de la calidad cuando fue director de Planeación Estratégica y Financiera llevando al ITESM campus Monterrey a ganar el Premio Internacional Asia Pacifico de Calidad en el año 2006.

  • Por haber integrado la Comisión Organizadora del XXXV Congreso Nacional de Control de Calidad efectuado en Monterrey en el año 2007.

  • Por su actividad académica como director de la Escuela de Negocios, Ciencias Sociales y Humanidades del año 2009 - a la fecha.

  • Por haber publicado 2 libros sobre Calidad: Desarrollo de una Cultura de Calidad 4a. Edición: McGraw Hill, 2011 y Calidad en la Globalización –McGraw Hill, 2004.

  • Por presidir con gran tino el Consejo Directivo del Instituto para el Fomento a la Calidad Total, organismo responsable de Premio Nacional de Calidad.

  • Por su apoyo a los Congresos Nacionales de Control de Calidad con ponente y en su difusión. Felicidades


Discurso de agradecimiento del Dr. Humberto Cantú Delgado:

Estimado Ing. José Francisco González Prado, Director General de IMECCA, apreciables miembros del presídium, señoras y señores, estimados amigos.

Es un honor para mí haber sido designado para recibir el día de hoy el Premio Agapito González por el Fomento a la Calidad - 2011; reconocimiento que han recibido importantes actores de la calidad en México. Lo agradezco, pues esto me motiva a seguir impulsando la consolidación de una cultura de calidad que haga más competitivo al país en beneficio de sus ciudadanos.

Reconozco el rol que ha tenido IMECCA en el impulso a la calidad de las organizaciones Mexicanas, prácticamente desde los inicios de este movimiento en los 70´s y eso me hace sentir aún más comprometido al recibir esta distinción.

Hablar de calidad ante ustedes es un reto pues son todas personas interesadas y conocedoras de la calidad total y de cómo este concepto ha venido impregnando las formas de administrar las empresas. Sin embargo, quisiera aprovechar para hacer inicialmente un recuento de la evolución que como sociedad hemos tenido a lo largo de más de 40 años.

No cabe de duda de que con el trabajo de miles de personas se ha podido elevar la competitividad de las empresas y organizaciones y en general del bienestar de la sociedad. Los que vivimos el nivel de servicio que se tenía hace algunos unos años, podemos apreciar y agradecer el que hoy se nos ofrece.

La calidad ha evolucionado constantemente; desde el principio original de control y estandarización hasta el rol que tiene hoy día como pieza fundamental de la estrategia en las empresas; desde ser un concepto puramente asociado a los procesos de fabricación, pasando al resto de los procesos y hasta asociarlo a la actividad y el comportamiento humano dentro y fuera de las organizaciones; de ser el conjunto de atributos de un producto, al de los servicios, hasta la atención y relación con clientes y mercados.

La calidad ha ido tomando un rol cada vez más preponderante en la forma de organizar y administrar a las empresas; se asocia con el control y la administración de procesos, pero también con la planeación, la estrategia, el liderazgo, la mercadotecnia, el desarrollo de personal, el desarrollo sustentable y la responsabilidad social empresarial. Para muchas organizaciones es ahora el eje central de su modelo de administración y el incentivo para la innovación y creación de nuevos modelos de negocios, y el mejoramiento continuo de procesos, productos y servicios.

Quizá el término "calidad" como tal ha perdido fuerza para ser reemplazado por otros más acordes al lenguaje empresarial actual, como innovación, competitividad, etc. Sin embargo, la esencia de lo que significa y representa para el posicionamiento, el crecimiento y la sustentabilidad de las organizaciones, sigue siendo el mismo. Por eso la calidad es aún un movimiento internacional generalizado que abarca y se relaciona con prácticamente todas las profesiones y actividad humana en los diversos sectores de la economía: mercados, educación, gobierno, salud, etc.

Lo anterior es precisamente lo que más me ha entusiasmado a lo largo de los años. La calidad es un concepto en constante evolución, tratando de estar a la par de los retos que día a día y con mayor intensidad con el paso del tiempo, enfrentan las organizaciones en su afán de crecer, sostenerse y cumplir con las expectativas de sus grupos de interés. Expectativas que también se han ido sofisticando pues como seres humanos nos acostumbramos muy rápidamente a un nuevo nivel de bienestar y siempre queremos algo mejor. De esta forma, las organizaciones en su búsqueda por posicionarse, han ido creando productos y servicios de mayor valor, pero a la vez han modificado la vida y costumbres de los consumidores y los ciudadanos en general.

Es difícil en estos tiempos decir cuáles son las prácticas de calidad exitosas; es imposible incluso considerar como universales muchos de los conceptos que dieron sustento a la calidad en sus inicios. Lo anterior no significa que no debamos conocer las prácticas que a otros le han funcionado o que sea una pérdida de tiempo el dar a conocer lo que a uno le ha sido útil y efectivo; eso alimenta el conocimiento de cada empresa y persona responsable de diseñar y poner en operación los procesos y procedimientos necesarios para el funcionamiento exitoso de las empresas.

No debemos perder de vista que nuestra tarea es estar constantemente evaluando la efectividad de las prácticas que utilizamos para modificarlas oportunamente en la medida en el entorno de competencia o alguna variable tecnológica, humana, económica, social, etc. aparece en el escenario o se modifica sustancialmente. Sin embargo, cuando la velocidad de cambio en estas variables es tal que no le damos alcance por más innovadores que seamos, cuando la mejora continua parece no ser la respuesta ante los complejos retos del entorno, es entonces cuando debemos estar preparados para ir más lejos y pensar en que la solución está en la creación de nuevas formas de hacer las cosas. En estos tiempos, crear nuevas prácticas directivas, administrativas y operativas, esas que nadie ha pensado antes, se vuelve una necesidad incuestionable para posicionarse y crecer en los mercados.

Si la capacitación y la educación fueron importantes para el mejoramiento continuo y la innovación en las etapas intermedias de la evolución de la calidad; la creación, difusión y asimilación de conocimiento científico y tecnológico son ahora factores indiscutibles para el apuntalamiento de la competitividad y sustentabilidad de las empresas y organizaciones. En mi opinión, este concepto no ha sido ponderado en su verdadero valor y si no lo hacemos pronto, jamás podremos destacar en los mercados mundiales e incluso la economía y mercados domésticos serán cada vez más difíciles de satisfacer.

Quiero terminar agradeciendo nuevamente al Instituto Mexicano de Control de Calidad (IMECCA) por el reconocimiento que hoy recibo de su parte, pero también al Tecnológico de Monterrey, donde laboro desde hace 30 años, y al Instituto para el Fomento a la Calidad Total, organismo responsable del Premio Nacional de Calidad y con el que colaboro desde hace más de 10 años, porque en ellos he encontrado un sinfín de oportunidades a lo largo de mi vida profesional para adentrarme en la estrategia y operación de muchas empresas y organizaciones, permitiéndome conocer y analizar la forma en que sus directivos y personal crean, innovan y mejoran continuamente sus procesos, productos y servicios en beneficio de sus consumidores, empleados, accionistas y la sociedad. Es ahí donde he encontrado la posibilidad de identificar y crear conocimiento útil y considero que valioso también, para compartir con mis estudiantes, así como con directivos y personal de diversas empresas y organizaciones, con el propósito de multiplicar y acelerar el desarrollo de una cultura de calidad en este país.

Muchas gracias.

<< Regresar