LA FUNDACIÓN AGAPITO GONZÁLEZ PARA EL FOMENTO DE LA CALIDAD, OTORGA EL PREMIO CARLOS HUGO VILCHIS VILLASEÑOR POR EL DESARROLLO Y APLICACIÓN DEL CONTROL ESTADISTICO DE CALIDAD-2012 al DR. HUMBERTO GUTIERREZ PULIDOEl Comité de Nominación de la Fundación Agapito González para el Fomento a la Calidad seleccionó para recibir el Premio Carlos H Vilchis para por el Desarrollo y Aplicación del Control Estadístico de Calidad-2012, al Dr. Humberto Gutiérrez Pulido, como reconocimiento a:
Palabras de agradecimiento al recibir el Premio "Carlos Hugo Vilchis Villaseñor 2012"Guadalajara, Jalisco, 6 de octubre de 2012DR. HUMBERTO GUTIÉRREZ PULIDO Universidad de Guadalajara Buenas tardes tengan todos Ustedes amigos Congresistas, Ing. José Francisco González Prado, Presidente de la Fundación Agapito Gonzalez para el Fomento a la Calidad y Director General del Instituto Mexicano de Control de Calidad, agradezco mucho la deferencia y reconocimiento a mi persona y a mi trabajo en el ámbito de la calidad. Recibir un premio, un reconocimiento, siempre es grato, porque de alguna forma los que lo otorgan, buscan comunicar a una comunidad, a un gremio, el tipo de cosas que son valiosas en el quehacer profesional, y de esa forma seguir estimulando al gremio y a los jóvenes a clarificar sus metas y profundizar en sus esfuerzos por lograr una superación profesional y con ello un mejor país. Pero adicionalmente, recibir el premio Carlos Hugo Vilchis Villaseñor 2012, por el desarrollo y aplicación del Control Estadístico de Calidad, por parte del Instituto Mexicano de Control de Calidad y la Fundación Agapito Gonzalez para el Fomento a la Calidad, tiene para mí un significado adicional. Ya que el Ing. Carlos Vilchis, junto con el Ing. Agapito González y otros profesionales mexicanos, fueron una especie de profetas en la obscuridad porque decidieron dedicar su vida a la profesión de la calidad, cuando ésta era una profesión y actividad poco conocida y reconocida. Decidieron hacerlo saliendo desde el lugar cómodo de una oficina en el ámbito de una sola empresa u organización; ya que empezaron a hacer labor de promoción y convencimiento para que las empresas mexicanas y latinoamericanas aplicaran las técnicas y estrategias de la calidad, prueba de ello es que en esta semana hemos sido testigos de la celebración del cuadragésimo Congreso Nacional de Control de Calidad y el vigésimo congreso Latinoamericano de Calidad. La continuidad de cuarenta congresos anuales se dice fácil, pero es muy difícil y desgastante hacerlo. Pero esto nos indica claridad y constancia en el propósito, que debemos recordar es el primer principio de la calidad establecidos por el Dr. Deming. Esa labor perseverante de los fundadores de IMECCA, pronto acompañada y continuada por el Ing. José Francisco González Prado y la Lic. Vilma García, que ha llegado hasta nuestros días. De esta manera, para cuando yo inicié mi labor en la calidad y en la aplicación de las técnicas estadísticas en ese ámbito, el Ing. Vilchis ya era un veterano, como probablemente yo lo soy ahora. Recuerdo que lo conocí en 1995 durante la celebración del vigésimo tercer Congreso Nacional de Control de Calidad, que en esa ocasión se celebró en Cocoyoc, Morelos. Me sorprendió que aunque ya no era un jovenzuelo, estuviera lleno de vitalidad y su pasión por la aplicación de las técnicas estadísticas era única. Por cierto, en esa ocasión, su servidor presentó un par de trabajos: "Cuándo y cómo aplicar la reingeniería dentro de un programa de calidad total", y "Las tradiciones administrativas y los errores de análisis estadístico", como dan cuenta las Memorias del Congreso. Ese año, 1995, al conocer al Ing. Vilchis, al propio Ing. Agapito González, el Ing. González Prado y una muestra de la comunidad mexicana de la Calidad, me sentí afortunado de que la vida me pusiera en esa profesión, como me siento ahora. Porque para un matemático como yo, haber encontrado la ruta de la calidad y la estadística fue realmente afortunado. La encontré por un acto de serendipia, ya que recién egresado de la licenciatura en matemáticas en la Universidad de Guadalajara estaba trabajando en el INEGI en Guadalajara, y ahí, en enero de 1988, recibí la publicidad de la Maestría en Estadística con Orientación en Control de Calidad y Productividad Industrial, que estaba ofertando por primera vez el Centro de Investigación en Matemáticas en su cede de Guanajuato, México. Para un matemático como yo, en ese tiempo, la palabra Control de Calidad no sonaba a nada, o mejor dicho me sonaba a matemáticas, ya que en los últimos semestres de la carrera había recibido una clase que se llamada "Teoría de Control" que trataba de ecuaciones diferenciales y modelos más complejos. Aunque probablemente en el proceso de admisión insistían que esa orientación de la maestría era muy relevante, yo como buen matemático no estaba aún preparado para escuchar eso, lo que prueba una vez más que uno escucha lo que está buscando escuchar, y no necesariamente lo que le dicen. Pronto salí de mi error, en la primera clase de la maestría, que fue precisamente la material de Control de Calidad, el profesor, el Dr. Víctor Aguirre Torres, para mi sorpresa no habló de fórmulas, sino de términos extraños para mí, como productividad, costos de calidad, de Deming, es decir de la filosofía de la calidad. Sentí que me había equivocado de salón, pero no, a mi lado estaban compañeros que había visto en el examen de admisión. Era un grupo de casi veinte personas, la mitad ingenieros y la mitad matemáticos. En la maestría clarifique mis metas, al darme cuenta que los autores de los libros que leía, por lo regular eran profesores universitarios que daban asesoría y capacitación a empresas, y ahí decidí que eso iba hacer yo: Dedicarme a la Calidad y la Estadística, escribir libros y dar consultoría a empresas. Eso he hecho los últimos 22 años de mi vida. Mi primer libro me lo publicaron en 1992, hace 20 años, se tituló Control Total de Calidad: Estrategias de Mejora y Herramientas Básicas. En donde partía que para mejorar se requería clarificar el qué, el cómo y el con qué. Es decir, se requería clarificar muy bien lo que se busca con un proceso de calidad y las implicaciones para la organización, acompañado de una estrategia directiva para generar un proceso de cambio profundo, que se apoyará en metodologías y herramientas para la calidad. En estos 20 años he fortalecido y clarificado esa convicción. Y así vinieron otros libros, entre ellos mi primer libro con McGraw-Hill en 1997, mis primeros cursos en empresas, escribir artículos, regresar a las aulas como estudiante de doctorado, dar conferencias, muchas conferencias, mis primeros viajes al extranjero a dar conferencias y cursos, cargos directivos. Y aquí estoy, con algunos haberes en mi mochila y menos pelo, con un ánimo y pasión renovada por la calidad y la estadística. Obviamente en este camino no he estado solo. Ha estado a mi lado, siempre, mi esposa Irma Brizuela, a quien le agradezco su apoyo y comprensión, porque ella sabe mejor que yo que los libros, los artículos, los cursos, las conferencias y los viajes requieren tiempo, mucho tiempo, y con frecuencia ese tiempo se toma del tiempo familiar y de pareja. Gracias Irma. También deseo agradecer a mis hijos, Arnoldo, Noel y Axel; son una motivación para seguir superándome. Gracias Hijos. También agradezco a mis colegas de la Universidad de Guadalajara, varios de ellos primero mis alumnos. Muchas gracias por todo. De igual manera, a los colegas y colaboradores del Gobierno del Estado de Jalisco, en donde los últimos cinco años he tenido la oportunidad de dirigir, en diferentes momentos, los tres organismos estatales de información: El Consejo Estatal de Población, El Sistema Estatal de Información y actualmente el Instituto de Información Territorial. Muchas gracias. Congratulándome por el Premio, agradezco al Comité por su decisión, y al Ing. González Prado. A todos lo invitó preservar en el trabajo por la calidad y la mejora, como lo hizo el Ing. Vilchis. Muchas gracias a todos. |